"Un contagioso optimismo brota de la vida del protagonista de esta hermosa novela, cuya acción transcurre en la costa venezolana. Un niño de condición humilde, al que en las primeras páginas vemos en la playa construyendo castillos de arena -de ahí el título- llegará con el correr del tiempo y merced a tesonero estudio y fe en el trabajo, a ver realizados sus ambiciosos proyectos. En los límites de este sencillo argumento tienen cabida importantes problemas sociales que se van desenvolviendo armónicamente, matizados por un venero folklórico inagotable que envuelve al lector en el clima telúrico que caracteriza esa zona del país hermano." -- Contratapa.