Para empezar; un puñado de imágenes: Libro de Imágenes, de Ian Beck ; El primer héroe al que agarrarse: Elmer y el tiempo, de David McKee ; Un ritmo ideal para iniciarse en la lectura: Vamos a cazar un oso, de MIchael Rosen y Helen Oxenbury ; Invita a un grupo de amigos a reír: El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza, de Holzwartth y Wolf Erlbruch ; De las fibras emocionales que una historia sabe tocar: Historia de Babar el elefantito, de Jean de Brunhoff ; El valor estético y literario por encima del didáctico: Mi padre fue rey, de Thierry Robberecht y Grossens ; Cualquier tema, por frágil o duro que sea, es posible: Frederick, de Leo Lionni ; La literatura o el espejo de los sueños y de la realidad: El patito feo , de Hans C. Andersen ; La única agencia con opción a viajar a un territorio fantástico: Donde viven los monstruos, de M. Sendak ; Una ventana indiscreta a nuestro alcance: Shola y los leones, de B. Atxaga ; El factor sorpresa: El higo más dulce, de C. van Allsburg ; La originalidad, una pieza clave para la selección: El cascanueces, de E. Hoffmann ; Un buen libro infantil tiene que gustar también al adulto: Jim Botón y Lucas el maquinista, de M. Ende ; ¿Qué lección podemos extraer?: Emilio y los detectives, de Erich Kaestner ; ¡Eso es u personaje!: Pipi calzaslargar, de A. Lindgren ; El héroe de boca-oreja: Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling ; Leer, una actividad que deja huella: Las brujas, de R. Dahl ; Un abanico de personalidades muy naturales: EL viento en los sauces, de Kenneth Grahame ; Condición indispensable: encontrar el lugar de paso: El león, la bruja y el armario, de C. S. Lewis ; La mirada a través de la cual conocer un hecho histórico: Una isla entre las ruinas, de Uri Orlev ; Un camino intenso de crecimiento y maduración: El hobbit, J. R.R. Tolkien ; Con ojos de niño: El Principito, de A. de Saint Exupéry ; Como los recuerdos más hermosos o las pesadillas más terribles: La isla del tesoro, de R. L. Stevenson ; Un modelo rebelde para la narrativa para jóvenes: El guardián entre el centeno, de Salinger ; La ciencia-ficción, un juego con la imaginación: Mecanoscrito del segundo origen, de Manuel de Pedrolo ; El itinerario no termina aquí: Narradores de la noche, de Rafik Schami.